De paseo XXI

cubo de origami en los cañones del Sil

Podía optar por quedar lamentándose por sus imperfectas esquinas pero aquel cubo decidió visitar las clínicas de dientes y las velas en tarros de banderillas mientras era observado por los santos de las paredes. Al final, se quedó viendo pasar las nubes desde el embarcadero. Pensaba que si esperaba allí alguna mano doblaría de nuevo sus caras, encajaría mejor sus picos.

Pero tal vez la tormenta se lo acabaría llevando al fondo del Sil.

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